lunes, 23 de julio de 2012

LA BIBLIOTECA

Estimados lectores:

Este cuento es de 1993. Espero que les guste:




LA BIBLIOTECA

No era un día cualquiera, era un día especial El día, 25 de julio y especial porque nuestra agencia secreta C.I.P.A. había obtenido un soplo muy importante: “los libros, a medianoche del día 25 al 26, cobran vida durante una hora”.



Tras obtener esta información de portada, la agencia se puso a trabajar. El director me encargó que buscase información. Me compré la cámara más compacta que encontré en el mercado. Me dirigí a la Biblioteca Nacional. Entré a las doce menos cuarto y me escondí en un túnel de ventilación. Mientras me acomodaba oí las doce campanadas del reloj de pared. Al principio no escuche nada, pero de repente empieza un murmullo de gente: no, no era gente; eran los libros. Me puse a grabar:



-¡Cállense! – Dijo el libro de ciencias – creo que he oído un clic de una máquina.



Entonces tuve que parar de grabar y quedarme simplemente a observar: No podía hacer otra cosa.



- Ya podéis hablar, tenuemente, por favor – dijo muy correctamente el libro de lenguaje.

- ¡Nunca me había movido tanto! – suspiró el libro de historia.

- ¡Eh! Diccionario Español-Inglés; ¿Cómo se dice en Inglés “De donde eres”? – Preguntó el libro de matemáticas.

- ¿Para qué lo quieres saber? – Preguntó curiosamente el diccionario.

- Es que…mi novia…es la libreta de inglés – Respondió tímidamente el libro de matemáticas.

- Where are you from? – Le aclaró el diccionario.

- ¡¡Gracias!! – Le respondió agradecido el libro de matemáticas

- Where are you from? – Le preguntó el libro de matemáticas a la libreta de inglés.

- I am from tree – Respondió la libreta de inglés.

- ¡Creo que se ha enamorado de mi! – Replicó el libro de matemáticas.

- Déjate de rollos – Gritó el libro de religión – cuando estemos en el cielo todos hablaremos el mismo idioma. No habrá confusiones.



Intenté sacar algún plano con la cámara, pero desde que oían el clic se inmovilizaban. Entonces, al no poder grabar me iba a ir, pero al dar la vuelta para marcharme, caí por la ventana de ventilación a la mesa del secretario de la biblioteca. La cámara se despedazó y yo quedé inconsciente…


Me desperté y cual fue mi sorpresa: ¡me encontraba en una cama de papel, sobre un suelo de papel y en una casa de cartón! Me estaba cuidando un viejo libro de latín, muy sabio. Me preguntó que como estaba. Le respondí…Cual fue mi asombro: ¡No podía hablar! Me dijo que me habían sellado la boca, porque con tan solo decir una palabra podía romper todo.



Salí de la casa y me dirigí a la calle principal, a ver si encontraba el ayuntamiento. Lo encontré, entré y busqué el despacho del alcalde. Después de encontrar el despacho, entré. El alcalde era el libro de economía. De tan solo verme me dio las llaves de la ciudad. Me las guardé en el bolsillo, pues poco podía hacer con ellas. Le escribí en un papel si podía regresar a mi mundo. El me contestó que sí, pero que tenía que leer un cuento que hablase de ellos antes de la una. Salí corriendo y fui al barrio “Cuento” y empecé a buscar el primero que se me pasó por la mente “La Biblioteca”. Lo encontré, le pedí permiso y me dejó que lo leyera. Al acabar, me golpeó la cabeza… Desperté en la mesa del secretario, era la una y cuarto y no sabía si lo que había ocurrido era verdad o un sueño.


Marco Rodríguez Spina

© 1993

1 comentario:

  1. Te lo comento pq se q me lo agradece muchisimo, pero no lo lei todo pq era ademasiado largo y me cansa el cerebro...

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